No mojar.
NO lavar a máquina.
Mantenimiento con cepillos suaves o paños.
En el caso de derrames, secar el líquido inmediatamente con un paño limpio o una esponja absorbente seca. No frotar. Luego secar con una toalla limpia y dejar secar el artículo al ambiente (no al sol). Nunca se debe secar el material con secadora, ya que el calor puede dañar el material y resecar el cuero.
Los cueros pueden presentar variaciones o irregularidades en su tonalidad y dibujos que hacen a la autenticidad del material utilizado. No existen dos cueros iguales ya que es un producto natural.
Cueros metalizados:
Son sensibles a la fricción. Con el roce se puede desgastar su brillo y color original. Son sensibles a ralladuras. Deben usarse con mucho cuidado ya que no se pueden proteger ni limpiar.
Charoles:
Mantener limpio con cepillo fino o paño. Son sensibles a ralladuras. Al ser una superficie brillante y pulida las arrugas naturales por el uso serán más visibles.
Gamuza:
Limpiar con cepillo de cerda semiblanda o lija extrafina 0.0 Limpiar con goma blanca de borrar. Son sensibles al roce y desgaste.